PREGÓN 2008

Concejala de fiestas, Concejala de sanidad y bienestar social, presidente del Grup Foguerer “Els Milotxes”, Foguera Bulevar del Pla Garbinet, muy buenas noches a todos.

Antes de nada, quisiera agradecer a la foguera “Els Milotxes” la confianza que han depositado en mí, concediéndome el honor de poder ser pregonero de este acto rodeado de tanta gente tan apreciada y querida para vosotros y delante de mi comisión con sus bellezas mayor e infantil recientemente proclamadas y para las cuales es su primer acto oficial.

Y bueno, seguramente más de uno se preguntará… ¿por qué estoy yo hoy aquí? Buena pregunta, bueno, pues, cuando el Grup Foguerer Els Milotxes pensó en quien iba a ser el pregonero de este acto de presentación, pensaron en que fuera un comisionado o comisionada de su hoguera hermana, mi hoguera, la hoguera Bulevar del Pla Garbinet y para ello pensaron en una persona la cual espero ver algún día aquí, encima del escenario, de pregonera, que no es otra que Lucre. Por iniciativa de ella, estamos las dos hogueras hermanadas, y rectificarme si me equivoco, desde ya hace 8 o 9 años, y por ella también, que me lo pidió, estoy hoy aquí. Unas cuantas conversaciones, llamadas de teléfono e incluso e-mails y… adelante, “alea jacta est” la suerte está echada, tengo que hacer de pregonero.

En este punto me hacía una pregunta, ¿de qué les voy a hablar? De los ritos ancestrales del fuego desde que el mundo era mundo, de su simbolismo, de su poder purificador, del agua, otro de los elementos fundamentales en las hogueras… No, todo eso estaba ya muy visto, seguro que alguien ya había hablado de todo esto y entonces me acordé de una cosa en la conversación que tuve con Dori la cual me dijo que las hogueras habían vuelto a renacer en Guardamar por una iniciativa del gremio de hosteleros, y eso me dio la idea.

Desde tiempos ancestrales las personas se han unido en grupos, grupos de personas unidos por un fin. Desde los clanes de la prehistoria con el único fin de la supervivencia, pasando por los distintos pobladores de las distintas localidades, hasta los diversos grupos sociales de hoy en día. Grupos sociales donde cada uno es como es, y cada quien es cada cual, con diferentes ideologías, diferentes trabajos, diferentes procedencias, diferentes edades pero todos unidos por un único fin. Ejemplos de este tipo de grupos lo encontramos en el grupo de personas que integran una hoguera, una peña de fiestas, una cofradía de semana santa, un equipo de fútbol, una asociación de vecinos, una asociación deportiva, etc. Las personas se unen para lograr un objetivo y trabajan codo con codo en pos de ello, sin importarles, o al menos así debería ser, que la persona que hay a tu lado no sea como tú, o no tenga tu forma de ser o de hacer las cosas. Si no fuera por este impulso de la sociedad en la que vivimos, no podrían existir muchas de las cosas que vemos todos los años en cualquier localidad de nuestro territorio. Si las personas no se unieran y dedicaran todo su esfuerzo y, según las fechas que nos encontremos, también casi todo su tiempo libre, no tendríamos fiestas en muchos barrios o en muchos pueblos porque nadie, por sí solo, podría organizar todos los festejos a realizar, contratar esto, lo otro, montar, recoger… si las personas no se unieran en cofradías sería un lío enorme sacar adelante la Semana Santa de cualquier localidad, si las personas no se unieran y trabajaran conjuntamente no se podrían realizar actividades deportivas para que todos puedan disfrutar de la volta a peu del pueblo o del cross popular de tu barrio, si las personas, sin distinción de nadie, no se unieran no se podrían plantar las hogueras.

Pero… ¿qué les une a una peluquera, un barrendero, una ama de casa, un mecánico, un maestro, un arquitecto y a una estudiante entre muchos otros? ¿Qué les hace ir al racó después de un largo día de trabajo cuando otro se iría a su casa a descansar? ¿Qué fuerza extraña les hace soñar con la hoguera del año que viene cuando todavía se está quemando la de este año?
Obviamente, estamos hablando del mundo de las ilusiones, del mundo de los sueños, donde todo se puede convertir en realidad, donde es gratis soñar y creemos en la reencarnación y de las cenizas de una hoguera, con un poco de imaginación, saldrá otra aún más bonita y más alta.

Pero todo eso se consigue a base esfuerzo y tesón entre todos y es que cuando un grupo de personas se une por un sueño es difícil pararlos y no cesarán en su empeño hasta conseguirlo.

Decía Lawrence de Arabia que existen dos tipos de hombres: aquellos que duermen y sueñan de noche y aquellos que sueñan despiertos y de día… esos son peligrosos, porque no cederán hasta ver sus sueños convertidos en realidad. Esto es el mundo de las hogueras, gente de aquí y de allá que dedica un trocito, cada día de su vida, a un sueño… sino, no se podría entender.

Y, haciendo un juego de palabras, como yo no les quiero dar sueño voy a ir acabando mis palabras sin antes dirigirme a las tres bellezas que hoy se despiden Eugenia, Lina y June. Espero que hayan disfrutado de su año, que hayan sentido toda esa ilusión que transmite estas fiestas de hogueras y que hayan soñado despiertas. Hoy otras tres mujeres ocuparán sus tronos con la misma ilusión que hace un año lo ocuparon sus antecesoras y les deseo de corazón un año lleno de alegría y de amor.

A su comisión, a la foguera Els Milotxes volverles a agradecer la confianza que en mí han depositado y desearles que vean cumplidos todos sus sueños, porque en el mundo de las hogueras todo es posible.


Y, por último, si me lo permiten, y como ya solo quedan dos meses para la plantà y el tiempo pasa volando, voy a leer unos versos que el olor a pólvora y la música de la dolÇaina ya estoy notando:

Guardamarencos y guardamarencas,
señoras y caballeros,
gigantes y cabezudos,
mantillas y zaragüeles,

quiero deciros, benvinguts

a les festes de fogueres.

A la hora de la farra,

de corazón os deseo

que brindéis con salud,

y, si podéis,
os escaqueeis del currelo.

Desde este escenario os pido

que paséis por un momento

del baranda y del marido,

del desamor y del dinero,

de los buenos y los malos,

del talante y del pateo.

Bailad y disfrutad,

aplaudid a las bellezas,

y sonreír en los pasacalles
como si no tuvierais sueño.

Que corra el vino, la pólvora y la risa,

la amistad y el cachondeo,

no sea que vuelva el tío Paco

con las rebajas de enero.

Huyan todas las tristezas,

las envidias y los celos,

trasnochad y no dejéis

de mover el esqueleto

con el Chiquilicuatre,

o con cualquier otro

que la música es, pal cuerpo,

el licor más exquisito,

el más sabroso alimento.

A disfrutar de las hogueras
que ya habrá tiempo

de volver a la oficina,

a la fábrica, a la lluvia,

a la familia, al colegio.

Y, puestos a desear,

quiero deciros que quiero

para vosotros un mundo

más cómplice y más fraterno,

más solidario y feliz,

cachondo y despreocupado

de prejuicios y complejos

y una vida que sea vida

a la medida del pueblo.

Buenas noches y buena suerte.

Miguel Ángel Pellín Córdoba